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"El Grito" y "Madonna" de Munch, recuperados

"El Grito" y "Madonna" de Munch, recuperados Me ha llenado de gran satisfacción saber que por fin El Grito de Munch vuelve a estar en manos de las autoridades de Oslo.
Como gran apasionada del arte, saber que El Grito había sido robado, hace ya dos años, y que la policía no sabía nada de su paradero, me embargaba una tremenda angustia; de hecho es la misma sensación que experimento cuando me dicen algo como: se podría saber, pero los textos donde estaba escrito fueron destruidos por tal, o sí claro que se podría hacer una reconstrucción de sus características faciales, pero desgraciadamente su cráneo fue robado allá por los años 70.
Y oyendo esto, te das cuenta de lo vulnerable que es la historia, y todo lo que la comprende. Es tan frágil la honestidad humana con respecto a su pasado que, créanme, me da miedo.
Robando obras como las de Munch, dejamos de ser honestos con nosotros mismos, perdemos un poco más de nuestra historia.

Hemos hecho lo mismo durante siglos, sin importar realmente lo que hagamos, la avaricia humana es más fuerte que el afán de conocimiento y la solidaridad. ¿a quién no le gustaría tener a la "enigmática" Gioconda en una de las paredes de su comedor, degustando uno sabroso filete mientras miras cautivado por esa dulce sonrisa? ¿y quién no ha soñado con tener en su sala de estar a las increíbles Meninas de Velázquez?

Pues yo lo único que realmente sueño es poder ir al Prado o al Louvre o al Museo Británico a contemplar, con esa luz mortecina para no dañar la pintura, la belleza y grandiosidad de las obras, tratadas como si fueran lo más importante del mundo. Y es lo que son, pues son legados que los que estuvieron antes que nosotros nos dejaron. No son más que simples pinturas, pero es lo único que tenemos...el pasado se esfuma a cada minuto que el reloj deja pasar en el tiempo, pero las pinturas quedarán inmortales deseando ser vistas por millares de ojos de todos los tiempos.

Por favor, no le hagan eso a las obras de arte, déjelas disfrutar de su destino, y que cumplan su función.

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